Reto fotográfico febrero sin edulcorantes 2023
Reto fotográfico febrero sin edulcorantes 2023

DÍA 1. ¡Empiezo Febrero sin edulcorantes!
¡¡¡Qué mejor manera de empezarlo que recogiendo el mismo día 1 de febrero mis libros Asómate!!! 5 cajas, 175 ejemplares.
Estoy muy feliz, con ganas de disfrutar cada segundo, de compartirlo con quien me quiera ver y escuchar, de presentarlo y estar rodeada por mucha gente a quien quiero y me quiere.
He trabajado muchísimo para que este libro se haga realidad, he sacrificado un verano entero y parte del otoño, horas con mis hijas y en familia y ahora me toca recoger la cosecha.
Aunque aún me cuesta creer que yo haya publicado un libro. Mi nombre, mis apellidos, la portada, ¡es tan bonito! Y registrado en la propiedad intelectual, estoy dejando un legado y parece como si no fuera yo misma y a la vez sí, sé que soy.
Ayer, día 1, me pasé el poquito rato que estuve en casa a mediodía acariciando mi copia y leyéndole algunas historias a mi hija menor.
Mientras tanto, mi hija mayor estaba inmersa en escribir un cuento. Lleva ya días. Y yo me siento orgullosa de haber sido inspiración para ella. Ojalá no se olvide de sus sueños como lo hice yo.

DÍA 2. Este año, el segundo que espero terminar, tengo mi propia lista de temas, quiero crear mi febrero auténtico y fotografiar esos momentos que deseo que perduren en mi memoria acompañándolos con palabras de lo que significan para mí.
Y llámame cobarde si quieres, pero creo que mi reto va a ir en blanco y negro, porque yo sé que así se pueden camuflar cosas, aparte de quedarnos más en lo que transmite la foto. Pero en mi caso, mi elección creo que va más de miedo que de arte. Ya iremos viendo qué me deparan el resto de días.
Hace dos años que adoptamos a nuestros gatos Lluvia y Blackie, sin embargo, no los he fotografiado tanto como me hubiese gustado. Así que tengo el propósito de incluirlos más en mis fotos, no solo este febrero, sino todos los días.
Las mañanas antes de ir al cole, mi hija menor desayuna gachas. Y un día descubrió que a Lluvia le gustan, Así que ahora hacemos un ritual, sacamos unas poquitas gachas a un cuenco pequeño para Lluvia y la taza grande se la queda mi hija. Lluvia va lamiendo las gachas del dedo de mi hija (es como más le gustan) y, mientras tanto, yo le doy las gachas a mi hija.
Y, de ahí, lavar dientes y al cole.
Hace tiempo que en mi newsletter cuento historias. Hablo sobre temas cotidianos: crianza, fotografía, amor propio... Una miscelánea que espero te entretenga y, quizás incluso, te ayude a saber que no estás sola. Porque la soledad es algo que nos invade a las mujeres cuando nos convertimos en mamás y queremos conectar con iguales, por eso quiero que este espacio sea un lugar donde puedas encontrar un poquito de refugio. Cada martes, en tu correo, un trocito de mí que probablemente te resuene. ¿Te veo dentro?
Lo del código postal es para saber si resides en la provincia de Murcia o fuera y así mandarte o no información sobre las sesiones de fotos que llevo a cabo 🙂
