¡Lo tendríamos que haber hecho antes!

Desde que nació nuestra hija quería fotos “de verdad”, de nosotros “de verdad”. Es cuestión de gustos, y las fotos con flashes y posados no me van.

La vida nos trajo un incentivo para hacer las fotos ya y no dejarlas para luego. ¡Menos mal!
Ahora tengo unas fotos en las que somos nosotros mismos, fotos que son un recuerdo de un momento real. Se nos ve radiantes y felices y todo es gracias a Marta, a cómo plantea la sesión y cómo trata las fotos.

Estamos encantados y deseando repetir para ir creando un banco de recuerdos.